Familiares sepultan madre e hijo fallecieron tras el paso de la tormenta Laura

RD.- Familiares sepultan madre e hijo que murieron aplastados por una pared, tras el paso de la tormenta Laura. Los reportes de las inundaciones, derrumbes, deslizamientos de tierra y comunidades enteras incomunicadas no son pocos y con el paso.

Pasadas las 5:00 de la tarde de este domingo, comunitarios del sector Barrio Nuevo, en el municipio Los Alcarrizos, tuvieron que violentar el toque de queda para sepultar a Claritza Frías Nival y Darvin Frías, la madre e hijo fallecidos en la madrugada a causa de las lluvias provocadas por la tormenta Laura.

Ambas personas, de 44 y 7 años, respectivamente, murieron cuando una pared le cayó encima mientras dormían en su residencia ubicada en la calle 14, #46 del referido sector.

Con ellos, hasta ahora, hay cuatro víctimas que cobra el fenómeno natural que ha azotado al país.

Los vecinos enterraron los cuerpos a esa hora en el cementerio de Los Alcarrizos, puesto que los cuerpos empezaron a descomponerse.

Maura Nival Sánchez, de 66 años, madre de Claritza, tuvo que ser sacada del lugar ante la impotencia de ver a sus vástagos partir.

Era una buena madre, loca con sus hijos”, así describió.

Según los familiares de las víctimas, el hijo mayor de Claritza, Starling, salió alrededor de las 2 de la mañana a ver el panorama por las fuertes lluvias, percatándose de que la pared se estaba derrumbando y dando la voz de alerta a su madre quien se devolvió para buscar al hijo menor quedando ambos atrapados.

De acuerdo con los residentes de ese sector, Claritza era una madre soltera que crió a sus tres hijos sin que estos se metieran en problemas con las personas y sin causar males mayores.

“Claritza se fajó con sus hijos, el padre de los primeros dos falleció y el del niño nunca se hizo responsable y aun así ella sacó a su familia hacia adelante y yo quiero que tu veas esos muchachos son serios todos y nunca se metieron en problemas”, contaba una de las vecinas de la Claritza.

Darwin tiene siete años de edad y aunque apenas cursaba el segundo curso, sus maestros lo definieron como un “niño inteligente” ya que aprendía muy rápido las cosas para ser la primera vez que este recibiera educación en un colegio o escuela.