RD.- El médico neurocirujano José Joaquín Puello y su equipo de galenos en la Clínica Abreu hicieron todo el esfuerzo posible por revivir a la exprimera dama de la República, doña Rosa Gómez de Mejía, quien falleció la noche de este lunes 21 de marzo a causa de un infarto.
“Se trató de revivirla, pero no dio más el corazón. Cuando hay un infarto de esa naturaleza el corazón sufre mucho; tuvimos un tiempo largo tratando de recuperarla. Se recuperó en un momento, pero volvió otra vez a recaer”, revelo el reconocido médico.
Sobre la reacción de la familia de Doña Rosa, el reconocido médico manifestó que el expresidente Hipólito Mejía fue muy fuerte y quedó tranquilo.
“Estaban todos ahí. Los hijos junto con Hipólito. Felipe estuvo todo el tiempo con nosotros dentro del cuadro de resucitación (…) Para mí fue muy duro, yo he sido amigo de Hipólito desde que tenía 17 años por tanto amigo de Doña Rosa”, refirió Puello Herrera.
El neurocirujano José Joaquín Puello Herrera, describió que entre sus últimas palabras Doña Rosa dijo algo muy personal al tiempo de reconocerlo.
“Algo muy personal (…) Todavía ella estaba consiente cuando yo me acerque ella me reconoció y me dijo hay tu estas aquí José Joaquín. Ya de ahí no volvió hablar más porque entra en ese estado de shock que produce los infartos masivos”, agregó el destacado neurocirujano.
La esposa del exmandatario Hipólito Mejía y madre de la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía tenía 82 años de edad al momento de su deceso.
Puello calificó a Doña Rosa como una gran mujer y expresó su pena por su muerte.
Gómez de Mejía participó esta tarde en una actividad en el Museo Trampolín de la Ciudad Colonial, donde se sintió mal y fue llevada al centro. El museo fue fundado por ella.
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