Santo Domingo.- El artista urbano Salim es uno de los implicados en la red de crimen organizado desmantelada en la operación Discovery. El intérprete de la canción Quiero Llevarte que grabó junto al urbano Amenazzy, es señalado por el Ministerio Público como uno de los que hacia las veces de «abridor y cerrador» de las estafas de la que fueron victimas ciudadanos norteamericanos.
Salim Bautista Santana es el nombre de pila del artista. Aparece como uno de los 38 imputados para los que el Ministerio Público ha solicitado medidas de coerción consistente en 18 meses de prisión. Se le acusa de ciberdelitos.
Los fiscales actuantes en el caso indica la detención del artista urbano en flagrante delito. Fundamentalmente cuando se contraba operando en el call center desde donde ejecutaban las estafas.
“Acta de Arresto Flagrante, instrumentada por el Segundo Teniente Jordan Lebrón Peña, en fecha dos (2) de marzo del 2022. Probamos la legalidad del arresto realizado al sorprender en flagrante delito a los nombrados Jonathan Yoelfri Peña Martínez, Salim Bautista Santana.
Mientras se encontraban en Call Center Voice International ubicado en la calle Víctor M. Lora No. 45, Reparto Consuelo, Santiago de los Caballeros; operando desde sus cubículos con los audífonos puestos. Ejecutaba su función de trabajo ilícito para el cual fueron contratados, actividad propia que configura el ilícito penal investigado”, detalla el documento acusatorio.
Las autoridades indica que la Salim hacia las funciones de abridor y cerrador de las estafas.
La solicitud detalla que la reda operaba de la siguiente manera. “El abridor, que es la persona que comete la estafa de manera inicial.
Utilizando diversos softwares se contacta vía telefónica con su víctima.
Luego, le informa de manera engañosa situación de emergencia, preocupación, de alarma, de presión psicológica.
La acción hace que «la víctima rápidamente acceda a conseguir el dinero. Posteriormente lo depositaba a la estructura criminal, en la modalidad de transferencia»
Por otro lado, los cerradores, que son miembros de la red, que vuelven a contactar a la víctima vía telefónica. Muchos de ellos pasándose por miembros del FBI o abogados.
