Todavía dominicanos han intentado aventurarse a nuevos rumbos y dejan con mucho dolor su tierra tras tener la determinación de que en nuestro bello país, no hay buenas oportunidades para superarse.
Con gran pesar y un evidente nudo en la garganta que dificultó su habla, el padre de una mujer quien tenía la ilusión de desempeñarse como docente, narró ante los medios de comunicación el motivo que la llevó a ella a emprender un viaje y montarse en una embarcación para darle un nuevo sentido a su vida, sin imaginar que allí se toparía con la muerte.
Adriano Hiciano, padre de Jacquelina Hiciano, una de las fallecidas en una embarcación que zozobró esta semana en costa de Bajo Yuna, Puerto Rico, manifestó que su hija “no había podido conseguir trabajo por haber tras haber reprobado el concurso de oposición” que demanda una nota mínima para incorporarse al sistema educativo público dominicano.
La ahora occisa, quien era nativa de La Reforma de Villa Riva, iba en compañía de más de una docena de personas, entre las cuales también se unieron a la lista de fallecidos los nombrados Raudy Antigua Durán y Diana Carolina López Rosario, quienes hacían vida en El Mango de Las Coles y Guaraguao, respectivamente.
No se han ofrecido casi informaciones al respecto, no obstante, algunos sostienen que los tripulantes viajaban en un yate que presuntamente se había inundado de manera inesperada, lo que no les dio tiempo a las víctimas de abandonar la nave a tiempo, ya que estos iban dentro del camarote.
Las autoridades portuarias de Puerto Rico y República Dominicana están trabajando en conjunto para localizar a todos los afectados.
Mientras tanto, algunos de ellos ya han sido detenidos y posteriormente repatriados hacia Santo Domingo.
Resulta doloroso describir lo que sienten en estos momentos los familiares de los afectados, quienes se despidieron de sus consanguíneos con la tranquilidad de que muy pronto, posiblemente iban a tener una mejor vida.
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