En el día de hoy, un juez federal de Miami ha dictado sentencia de cadena perpetua para el empresario haitiano-chileno Rodolphe Jaar, quien previamente se había declarado culpable en marzo por brindar apoyo al comando responsable del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en 2021.
Presidente de la FCB anuncia «fechas Críticas» del equipo Cuba al Clásico Mundial
Jaar enfrentaba cargos de conspiración para cometer asesinato o secuestro fuera de Estados Unidos.
Así como de proporcionar apoyo logístico a un grupo de mercenarios colombianos que llevaron a cabo el asesinato de Moïse a tiros. Según los documentos a los que tuvo acceso la agencia EFE, el juez federal José E. Martínez sentenció a Jaar a cadena perpetua por cada uno de los tres cargos imputados.
Según consta en un documento judicial de 11 páginas, Jaar brindó dinero para la adquisición de armas, alimentos y alojamiento utilizados por el comando.
De acuerdo con la Fiscalía de Estados Unidos, alrededor de 20 ciudadanos colombianos y varios haitianos, incluido Jaar, participaron en una conspiración para secuestrar y asesinar al presidente haitiano.
Los documentos del caso revelan que Jaar admitió en una declaración voluntaria haber suministrado armas de fuego y municiones a los colombianos presuntamente involucrados en una operación que, según su testimonio, tenía como objetivo inicial capturar y llevar a prisión al mandatario, no asesinarlo.
Jaar fue arrestado en enero de 2022 en la República Dominicana y posteriormente viajó voluntariamente a Estados Unidos.
El empresario haitiano-chileno, quien había sido informante del Gobierno estadounidense y previamente condenado por tráfico de drogas hace diez años, es uno de los 11 individuos arrestados y acusados en Estados Unidos por el asesinato de Moïse, siendo hasta el momento el único que ha admitido su culpabilidad.
Los otros diez arrestados están a la espera de juicio con jurado.
El 7 de julio de 2021, un grupo fuertemente armado ingresó a la residencia del presidente Moïse y lo asesinó a tiros, un magnicidio que desde entonces ha desencadenado un período de violencia pandillera y una intensa inestabilidad política en el país caribeño.
