Este Boeing 787 Dreamliner es el avión más lujoso del mundo. Se alquila a 70.800 dólares la hora, cuando no lo usan los directivos del conglomerado industrial chino HNA, a quien pertenece.
Tiene instalaciones de súper lujo y una capacidad para 40 pasajeros. Dicen que volar en este avión es como navegar en un yate de ultra lujo o pasar un día en un hotel de cinco estrellas.
La superficie destinada a los pasajeros es de 223 metros cuadrados, más grande que muchas de las habitaciones de hoteles de lujo.
Al entrar, las tripulantes de cabina invitan a los pasajeros a sentarse en un pequeño banco acolchado para cambiar los zapatos por cómodas pantuflas. Una vez que los viajeros acceden al avión, se abre a la vista un área circular.
De un lado, una puerta lleva al cuarto más exclusivo: un dormitorio con cama doble que eclipsa a las suites aéreas de la primera clase de Emirates o Singapore Airlines, según publica Clarín.
Enfrente hay un panel que oculta un televisor de alta definición de 32 pulgadas, y al lado un vestidor con gran espacio para guardar tanto ropa como artículos personales. Esta habitación cuenta con su baño privado, con una ducha más grande de lo que uno podría esperar para un avión. Cada pasajero recibe su propia bata y tiene a su disposición elementos de higiene personal premium.
El salón principal puede albergar a 12 personas con total comodidad, con dos mesas comedor con vajilla de primera calidad y asientos para descansar que tienen un tamaño similar a los de la primera clase. En la parte anterior hay un sofá para seis personas que, con tocar un botón, se separa en dos cuerpos independientes. Enfrente, un televisor de 56 pulgadas.
También hay un baño exclusivo para los ocupantes del salón principal, tan lujoso como el del dormitorio principal, y luego de una puerta, se despliega una división de la cabina que es muy similar a la clase business de cualquier gran aerolínea. En esta parte del avión hay 18 asientos que se reclinan como una cama, tapizados de cuero, con generosos espacios para las valijas en los portaequipajes.
Una zona destinada al personal de servicio u otros trabajadores que acompañen a los ejecutivos que alquilen este avión. Este B787 tiene una autonomía de 15.790 kilómetros y puede volar durante 17 horas.
