El joven Kelvin Verigüete se graduó Cum Laude de la carrera de arquitectura a pesar de vivir en extrema pobreza.
El joven, quien no tenía familia y vivía de la caridad de sus vecinos, narró que para poder graduarse, le costó diez años de su vida, pero que a pesar del tiempo siente gran satisfacción de demostrarle a los que le decían que no podía graduarse de esa carrera por ser pobre que sí se puede.
Narró que dormía en un cartón colocado en un callejón y que, al llover debía dormir sentado para no ser cubierto por la lluvia.
Asimismo, recordó que al no tener dinero tenía que caminar largas distancia para llegar a la Cede Central de la Unidad Autónoma de Santo Domingo.
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