El impresionante recibimiento del 2023 en Australia ‘Año nuevo’

Los petardos, las bombetas, los cohetes, los truenos de impactos, las baterías… Todos estos artículos pirotécnicos están asociados a la Navidad, y aunque en muchos casos su carga explosiva sea insignificante, ninguno de ellos está exento de peligro, como advierte la Guardia Civil: No es un juego de niños.

Y ¡ojo! dónde se compran. Porque su venta en mercadillos navideños, bazares o puestos ambulantes no está permitida, toda vez que no reúnen las condiciones exigidas para el almacenamiento de unos artículos cuyo uso inadecuado puede ocasionar accidentes.

Durante todo el año, la Guardia Civil realiza inspecciones para el control de su venta y uso, que intensifica en estas fechas navideñas, en las que, pese al paso de los años, no se ha perdido la costumbre de «tirar petardos».

Los agentes comprueban si los establecimientos donde se venden tienen autorización para ello. Si no es así, se retiran esos artículos del mercado y se levanta una propuesta de sanción conforme a la Ley de Seguridad Ciudadana, con una multa cuyo importe depende de la gravedad de la infracción, pero como mínimo es de 300 euros.

Ana Navas, portavoz de la oficina de prensa de la Jefatura de Armas, Explosivos y Seguridad de la Guardia Civil, recuerda a EFE la definición de estos artificios pirotécnicos: «Ingenios o artefactos cargados de materias o mezclas pirotécnicas, generalmente deflagrantes», por lo que «hay que extremar las precauciones a la hora de manipularlos», avisa.

Cuatro categorías, pero mucho cuidado con todas

Hay un Reglamento de Pirotecnia y Cartuchería en vigor que recoge cuatro categorías de artificios. Para la primera de ellas, la F-1, la edad mínima para su uso y compra es la de 12 años, su peligro es «muy bajo», el nivel ruido que provoca es insignificante y pueden usarse en zonas delimitadas.

Los calificados como F-2 tienen un peligro «bajo», al igual que su nivel de ruido. Y hay que tener mínimo 16 años para poder utilizarlos, pero siempre que sea al aire libre y en zonas delimitadas.

Tener 18 años es un requisito indispensable para comprar y utilizar los artificios de categoría F-3, que tienen un peligro «medio», su nivel de ruido no es perjudicial para la salud y solo pueden «tirarse» al aire libre en zonas de gran superficie.
Y existe otra categoría, la F-4, pero son artificios que solo pueden manipular expertos.

Las tres primeras categorías, que engloban los artificios que se usan en Navidad, también tienen riesgo, porque todos, independientemente de su carga, son inflamables y pueden provocar daños importantes, recuerda Navas.

Sobre todo, sentido común

«Sobre todo, sentido común». Es la primera respuesta de la agente Navas cuando se le pregunta por los consejos de la Guardia Civil para que la costumbre de tirar petardos en Navidad no se pierda por culpa de un mal uso de los artículos pirotécnicos.

Ante todo, la Guardia Civil recomienda que se adquieran estos productos en puntos de venta autorizados, porque son locales que «cuentan con instalaciones dotadas de las idóneas condiciones de conservación, algo que no pueden garantizar los puestos de venta ambulante, que tienen prohibida su comercialización al público», recalca el instituto armado.

Cuando se compre un artículo de este tipo es fundamental comprobar si su etiqueta lleva el marcado CE y si incluye la categoría de ese producto (que F), la clase, las instrucciones de uso y la edad mínima para utilizarlo.

Porque, como subraya Navas, los menores deben utilizarlos siempre bajo la supervisión de un adulto, y respetando (en este caso sea quién sea quien lo manipule) las distancias de seguridad.


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