Las autoridades policiales en España han arrestado a cinco integrantes del grupo juvenil Dominican Don’t Play, acusándolos del homicidio de un joven dominicano de 21 años que tuvo lugar a las afueras de un concierto en Fuenlabrada (en las afueras de Madrid) en octubre de 2022.
Este jueves, las fuerzas de seguridad revelaron que dos individuos encapuchados menores de edad fueron quienes dispararon al fallecido e hirieron a otras tres personas durante su escape, por lo que también se les imputan tres cargos de intento de asesinato.
Durante los siete meses de investigación, los agentes de policía lograron determinar que el motivo del crimen se originó a raíz de un enfrentamiento con un grupo rival, los Trinitarios, acontecido en septiembre del mismo año, al terminar otro concierto del artista dominicano Rochy RD.
Los miembros de Dominican Don’t Play, buscando revancha, planificaron meticulosamente el asesinato. Incluso contrataron a un individuo no perteneciente a la banda para que les ayudara a escapar en una furgoneta robada, quien posteriormente fue detenido por su complicidad en el hecho.
El homicidio tuvo lugar en la madrugada del 3 de octubre a las puertas de la sala de conciertos, lugar al que un numeroso grupo de seguidores de los Trinitarios habían asistido al concierto de Rochy RD. Después de que la discoteca cerrara sus puertas, dos individuos encapuchados y ataviados de oscuro descendieron de un vehículo y atacaron con un machete y un arma de fuego a un grupo de cuatro jóvenes, entre los que se encontraba el fallecido.
Uno de los agresores disparó en la cabeza y el abdomen al joven dominicano, causándole la muerte, mientras que el otro le infligió un golpe con machete en la cara.
Además, hirieron a los tres acompañantes del joven, dos marroquíes de 18 años y un dominicano de 31, quienes tuvieron que ser hospitalizados debido a heridas por disparos y cortaduras provocadas por cristales y machetazos.
Los investigadores descubrieron que los presuntos autores del asesinato utilizaban tarjetas de teléfono prepagas con identidades falsas o robadas, todas provenientes de un mismo establecimiento, cuyo propietario ha sido acusado de falsificación de documentos y pertenencia a organización criminal.
La investigación logró establecer que una de las principales fuentes de ingresos de la banda era el tráfico a pequeña escala de cocaína, hachís y marihuana.
Además, se llevó a cabo la detención de otro individuo en el curso de esta operación. Se presume que este era el responsable de supervisar la actividad de venta de drogas y que ocupaba una posición de liderazgo en los Dominican Don’t Play en Madrid.
