El caso de la niña de 14 años abusada por un militar

«Mi nombre es M.A. y tengo 14 años», así empezó la entrevista forense a la niña haitiana que denuncia haber sido violada por un guardia de migración el pasado 5 de abril, en el sector Ensanche Boulevard, en Punta Cana.

El caso está en investigación y DL ha podido acceder a la investigación policial que contiene el interrogatorio del acusado, de testigos y de mandos del ejército de República Dominicana.

El reloj marcaba las 5:00 a.m. y aún no había salido el sol. Los agentes de migración, entre ellos Paulino de la Cruz, que iba vestido con chamaco Digital Miltiuso y un pasamontaña, se encontraban haciendo una redada. Buscando a haitianos mayores de edad y sin documentación para deportarlos.

La vecina de M.A. se encontraba en su casa. Recién se había levantado. Ella es Fabiola Jean Batist y fue la primera persona que acudió a ayudar a la víctima. El 11 de abril, seis días después de los hechos, fue interrogada por las autoridades.

Yo, Dra. Silveria Poueriet Rodríguez, fiscal de la unidad de Atención a Víctima, ha procedido a practicar el interrogatorio, en su calidad de testigo, a Fabiola Jean Batist, de nacionalidad haitiana.

¿Cuál es su nombre?

– Fabiola Jean Batist

¿De nacionalidad?

– Haitiana

¿Sabe usted por qué está aquí?

– Sí.

Explícame, ¿por qué?

– Porque el viernes, siendo aproximadamente las 5:00 a.m., llegaron las personas de migración y tumbaron la puerta. Entraron a la casa, me pidieron el pasaporte. Después hubo uno de ellos que entró a la casa de la vecina de 14 años de edad. Escuché que la niña gritaba que la dejen, que la suelte y lloraba mucho. Me acerqué a la puerta y pregunté qué estaba pasando. Fue cuando salió el hombre vestido de guardia. Entré a la casa de mi vecina y fue cuando vi a la niña de 14 años que estaba llorando, agarrándose de un pantalón que llevaba puesto y noté que el vestido que llevaba también estaba roto. Le pregunté qué le había pasado y me dijo que el guardia que salió la había violado.

Terminamos a las 4:13 horas.

La confesión de la víctima

M.A. solo tiene 14 años, es haitiana y vive en Punta Cana. Aquel día estaba en su casa, tranquila. Llevaba un pantalón corto y un vestido. No imaginaba lo que iba a vivir a manos de un agente de la ley.

El 9 de abril, el día que pusieron la denuncia, se sometió a una entrevista para hacer un informe psicológico. Esto es lo que dijo:

«Lo que pasó fue que yo estaba en mi casa sola y una persona vestida de guardia de migración entro a mi casa. Fue donde yo estaba y me dijo que hiciera silencio. Me pidió un beso, el cual le dije que no. Fue entonces que él me agarró por el cuello y me llevó a mi habitación. Allá me quitó la ropa que tenía puesta y es entonces que me penetra con su parte íntima. Yo le digo que no, que no, que no quiero, pero él sigue. El guardia, al escuchar un ruido es que termina conmigo y se fue. Eyaculó dentro de mí sin usar protección».

Ese ruido que escuchó el violador fue el de la vecina, Fabiola Jean Batist, que al oír los gritos acudió a la casa para averiguar qué estaba pasando.

Según los profesionales forenses que realizaron la entrevista, M.A. «se encontraba debidamente higienizada, con capacidad de ubicarse en el tiempo, espacio y persona. Concentrada y dando detalles precisos de lo sucedido», dice el informe médico.

9 de abril, evaluación genital

M.A. estuvo en el hospital el 9 de abril con el objetivo de unas pruebas genitales. En el informe decía lo siguiente: «Adolescente presenta hallazgos a nivel de la membrana himeneal compatibles con desfloración antigua».

Es decir, indicios de haber sido penetrada. Indicios de violación.

El operativo, el coronel y una llamada

La patrulla de agentes de migración estaba bajo las órdenes del inspector de migración Jairo Manuel Araujo Lora. Debían inspeccionar la zona de Bávaro y detener a aquellos haitianos indocumentados. Parecía que todo había transcurrido de la forma habitual, menos una cosa: uno de los agentes, a la hora de abandonar el lugar, no estaba. El inspector mandó una camioneta para buscarlo, pues se había quedado rezagado.

Cuando el inspector Jairo Manuel Araujo y todo su equipo llegaron al centro de acogida de Benerito, recibió una llamada del coronel Gamboa, encargado de migración de la zona. «Me llamó y me dijo que un guardia la violó», explicó el inspector en el interrogatorio.

Al escuchar esto ordenó a su equipo que se juntara para hacerles una fotografía. «Yo inmediatamente le tiré una foto al grupo que andaba conmigo, que la tengo aquí en mi celular».

Cuando las autoridades preguntaron a Jairo Manuel Araujo acerca de un guardia que se retrasó en el operativo, respondió: «Hubo uno de los militares que se dilató. No aparecía y tuve que mandarlo a buscar en la camioneta. El militar que se quedó y que hubo que buscar fue el de la esquina de la derecha».

El inspector concretó que ese fue el militar que usaba pasamontaña y que al momento de tomar la foto en Benerito lo guardó y no se lo puso.

El caso de la violación de la niña de 14 años tiene dos versiones. Una de las versiones cuenta con muchas evidencias que la respaldan. Esta versión es la de la víctima.

M.A. tenía el pantalón y el vestido rotos, la encontraron llorando en su casa. Decía que un agente de migración la había violado. Por otro lado, un agente llegó tarde al autobús cuando abandonaron la zona, el mismo que fue acusado e identificado en una fotografía.

Sin embargo, el acusado, de 18 años, niega haber hecho nada de lo que se le acusa. A pesar de que todas las pruebas van en su contra.


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